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Si
se admite que los orígenes de la Tierra se remontan aproximadamente
a 4 mil millones y medio de años, los de los primeros mamíferos
(100 millones de años),los primeros cánidos (50 millones
de años) y los primeros "homínidas" (3 millones
de años) resultan sumamente recientes. En efecto, si se compara
la historia de la Tierra con un camino de 1 kilómetro
de largo, la vida de los mamíferos sólo representa
los últimos metros y la de los cánidos, los últimos
centímetros.
Origen de los cánidos
Los
cánidos son mamíferos que se caracterizan por tener
caninos puntiagudos, una dentición adaptada a un régimen
omnívoro y un esqueleto preparado para la locomoción
digitígrada. Pertenecen al orden de los Carnívoros,
cuyo desarrollo data de los comienzos de la Era Terciaria, en los
nichos ecológicos abandonados por los grandes reptiles que
desaparecieron al final de la Era Secundaria.
Comenzaron a evolucionar y a diversificarse en aquella época,
en el continente norteamericano, con la aparición de una
familia de Carnívoros que se parecía a la comadreja
actual: los Miacidae. Esta familia prosperaba en ese continente
hace 40 millones de años y comprendía 42 géneros
diferentes, mientras que actualmente, sólo existen 16. la
familia de los Cánidos actuales comprende tres subfamilias:
los Cuoninae (licaón), los Otocininae (otoción de
Sudáfrica) y los Caninae (Perro, Lobo, Zorro, Chacal, Coyote).
Evolución
de los Cánidos
Los
Cánidos fueron reemplazando progresivamente a los Miacidae,
con la aparición del género Hesperocyon, muy extendido
hace aproximadamente 35 millones de años. Su cráneo
y sus dedos ya presentaban analogías osteológicas
y dentarias con los de los lobos, los perros y los zorros actuales,
por lo que tal vez constituyen el origen de esas líneas.
Durante el Mioceno, apareció el género Phlaocyon,
cuyos individuos debían parecerse al Mapache, y sobre todo,
el género Mesocyon, de fórmula dentaria comparable
a la del perro actual.
A continuación, el perfil de los Cánidos evolucionó
progresivamente, con la aparición de los géneros Cynodesmus
(semejante al Coyote), luego Tomarctus y Leptocyon, semejándose
cada vez más al lobo actual o incluso al perro de tipo Spitz,
debido al acortamiento y al enroscamiento de la cola, al alargamiento
de los miembros y de sus extremidades, y sobre todo, al acortamiento
del dedo llamado pulgar, modificaciones que reflejan una adaptación
a la carrera.
Aparición
del género Canis
Los
Cánidos del género Canis sólo aparecieron a
fines de la Era Terciaria, llegando a Europa durante el Eoceno superior
por el estrecho de Bering de aquél entonces, de donde aparentemente
desaparecieron
en el Oligoceno inferior, en beneficio de los úrsidos. Reaparecieron
durante el Míoceno superior con las migraciones, también
desde América del Norte, de Canis lepophagus, que ya se asemejaba
al perro actual, a pesar de que su tamaño era más
parecido al del coyote.
Durante el Plioceno, dichos Cánidos se extendieron progresivamente
hacia Asia y luego hacia Afrecha. Paradójicamente, no parecen
haber conquistado América del Sur hasta bastante más
tarde, en el Pleistoceno inferior.
Por último, su introducción en el continente australiano,
hace aproximadamente 500.000 años, durante el Pleistoceno
superior, posiblemente se debió a la acción del Hombre.
Sin embargo, no existen pruebas de que sean los ancestros de los
Dingos, perros salvajes que pueblan actualmente dicho continente
y que fueron llevados por el Hombre hace sólo 15 a 20 000
años.
El
ancestro del Lobo, del Chacal y del Coyote
Actualmente,
se considera que Canis etruscus, el Perro etrusco, que data de aproximadamente
1 a 2 millones de años, es el ancestro del Lobo en Europa,
a pesar de su tamaño mucho más pequeño, mientras
que Canis cypio, que poblaba los Pirineos hace 8 millones de años,
parece haber dado origen al Chacal y al Coyote actuales.
Importancia
de los sitios arqueológicos de Europa y de China
En
los sitios arqueológicos de Europa se distinguen varios tipos
de perros; entre ellos, los más grandes descenderían
de los grandes lobos del Norte (su altura en la cruz era comparable
a la de los Dogos alemanes actuales) y habrían dado origen
a los Perros nórdicos y a los grandes Perros de pastor. Los
más pequeños, morfológicamente semejantes a
los Dingos salvajes actuales, descenderían de los lobos de
la India o del Medio Oriente, que eran de menor tamaño.
¿Es
el lobo el ancestro del perro?
Los
esqueletos de perros más antiguos que se han descubierto
datan de hace aproximadamente 30.000 años, después
de la aparición del hombre de Cro-Magnon (Horno sapíens
sapí . ens). Siempre se han exhumado asociados con restos
de osamentas humanas, por lo que recibieron la denominación
de Canís familiaris (- 10.000 años). Parece lógico
pensar que el perro doméstico desciende de un Cánido
salvaje preexistente. Entre los ancestros potenciales figuran el
Lobo (Canís lupus), el Chacal (Canís aurus) y el Coyote
(Canis patrans).
Por
otra parte, los vestigios más antiguos de perros se han descubierto
en China, mientras que jamás se han identificado en esa región
ni el chacal ni el coyote. También en China, se identificaron
las primeras asociaciones entre el Hombre y una variedad de lobo
de tamaño pequeño (Canis lupus variabilis), que se
remontan a 150.000 años. La coexistencia de estas dos especies,
en un estado precoz de sus evoluciones, parece corroborar la teoría
que hace del Lobo el ancestro del Perro.
Varios
descubrimientos recientes han reforzado esta hipótesis, entre
ellos: la aparición de ciertas razas de Perros nórdicos
que descienden directamente del Lobo; el resultado de investigaciones
genéticas que comparan el ADN mitocondria de esas especies
y que revelan una similitud superior al 99,8% entre el Perro y el
Lobo, mientras que esta similitud no supera el 96% entre el Perro
y el Coyote; la existencia de más de 45 subespecies de Lobo,
que podrían haber dado origen a la diversidad racial observada
en los perros; la similitud y la comprensión recíproca
del lenguaje postural y vocal entre estas dos especies.
Semejanza
entre el perro y el lobo: un análisis difícil
Estas
semejanzas entre los perros y los lobos complican el trabajo de
los paleontólogos para hacer una distinción precisa
entre restos de Lobo y de Perro, cuando éstos están
incompletos o cuando el contexto arqueológico hace la cohabitación
poco probable. En efecto, el perro primitivo sólo se diferencia
de su ancestro en algunos detalles puntuales poco fiables, como
la longitud del testuz, la anulación del stop o la distancia
entre las muelas carniceras y los dientes molares superiores.
Además,
el número de Cánidos --que eran predadores- era ciertamente
mucho menor que el de sus presas, lo cual disminuye las probabilidades
de descubrir sus fósiles. Todas estas dificultades, a las
cuales hay que agregar las posibilidades de hibridación perro-lobo,
permiten comprender por qué aún quedan por descubrir
numerosos eslabones sobre los orígenes del Perro, especialmente,
las formas de transición entre Canis lupus variabilis y Canis
familiairis, que tal vez, algún día, permitirán
decidir en favor de alguna de las diferentes teorías.
Sin
embargo, cabe destacar que la teoría "difusionista",
que atribuye a las migraciones humanas la responsabilidad de las
adaptaciones del perro primitivo, no excluye la teoría "evolucionista",
que sostiene que las variedades de perros provienen de los diferentes
centros de domesticación del Lobo.
LA
BATALLA DE LAS TEORIAS
Durante
mucho tiempo, se han enfrentado numerosas teorías, basadas
en analogías osteológicas y dentarias, que atribuyen
al Lobo, al Chacal o al Coyote, la condición de ancestro
del perro. Otras han sugerido la hipótesis de que razas de
perros tan diferentes como el ChowChow o el Galgo podrían
descender de especies diferentes del mismo género Canís.
En
1968, Fiennes atribuyó a las 4 subespecies distintas de lobos
(Lobo europeo, Lobo chino, Lobo indio y Lobo norteamericano) el
origen de 4 grandes grupos de razas de perros actuales.
Ciertos
autores han supuesto que las cruzas entre estas especies pueden
haber originado la especie canina, ya que los apareamientos lobo-coyote,
lobo-chacal o chacal-coyote son fecundos y pueden dar origen a híbridos
fértiles, todos con 39 pares de cromosomas. Esta última
teoría de la hibridación parece quedar invalidada
por el conocimiento actual de las barreras ecológicas que
separaban a estas especies diferentes en la época en que
apareció el Perro y que hacían imposible el cruce
entre coyotes y chacales.
En
cuanto a los lobos, si bien eran omnipresentes, las diferencias
de comportamiento y de tamaño con respecto a las otras dos
especies hacían que los apareamientos interespecie fuesen
sumamente improbables. Esto refuta, entre otras, la hipótesis
que atribuye 1a paternidad" del Perro a una hibridación
entre el Chacal (Canis aureus) y el Lobo gris (Canis lupus).
Fuente:
Enciclopedia Del Perro (Royal Canin)
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