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Una
de las consultas más frecuentes con la que me encuentro a
diario es que hacer con mi perro cuando estoy embarazada.
Lo ideal sería partir de un perro bien sociabilizado y si
tuviera un entrenamiento de obediencia básica para evitar
algunas situaciones desagradables, como por ejemplo el salto, sería
mejor.
Es obvio que nuestro perro ya se dio cuenta del embarazo antes que
nosotros, simplemente porque detecta los cambios hormonales.
Cuanto antes nos pongamos a trabajar para tal fin mejor, les daré
algunos pequeños consejos.
Siempre debemos pensar a futuro, que quiero decir con esto, comenzaremos
a actuar de forma tal que el perro sienta lo menos posible el cambio,
sobre todo en lo que tiene que ver con el manejo para con él.
Va a ser inevitable que el tiempo que tenemos para dedicarle se
reduzca, por lo tanto comencemos progresivamente a determinar el
tiempo que tendríamos en el futuro para dedicarle.
Deberíamos evitar los cambios de hábitos bruscos,
sobre todo en el momento de la llegada del bebé, no olviden
que cualquier cambio de rutina produce un cambio en la conducta
e inclusive estrés, que puede desencadenar episodios de agresividad.
- Respetarle los lugares (de descanso, de comida, de juegos) o bien
ir reubicando progresivamente al perro a los nuevos lugares.
- Incorporarlo al crecimiento de la panza, dejándolo que
se acerque y huela sin problemas.
- Preparar la ropita del futuro bebe y dejar que él se acerque
y la huela.
- Ir colocando progresivamente los elementos del bebe en la casa
como por ejemplo la cuna, el bebesit, y en el caso del carrito,
comenzar a moverlo por los lugares donde habitualmente circularemos
en el futuro.
- Cuando ya haya nacido el bebé deberemos pedirle a alguien
que traiga a la casa la primera muda de ropa o la toalla que se
utilizó en el primer momento con el bebé (no el pañal).
- Unos de lo momentos más importantes es la llegada del bebé
a la casa, lo primero que debemos hacer es la presentación
al perro bajándolo para que lo vea y lo huela.
- Cuando el bebe llore las primeras veces hay que mostrárselo
para que sepa de donde viene ese llanto y que no sucede nada.
Se
recomienda siempre hacer una consulta con un profesional idóneo
que determinará en cada caso que es lo mejor.
Eduardo
Chiappani
( Instructor Canino Profesional )
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